Maestro Belarmino Manuel Molina
Nace en la vía de San Juan Sacatepéquez, Don Belarmino Manuel Molina el día 21 de Mayo de 1880 sus padres fueron el Poeta Jacinto Molina y doña Josefa García Solís de Molina. Desde niño mostró afición por el arte musical y es así como a la edad de doce años en 1892 logra ingresar en calidad de bequista al Conservatorio Nacional de Música en donde hizo todo los cursos que el programa marcaba para el estudio del violín, bajo la dirección sucesivamente del recordado violinista sanjuaneño Agustín Ruano, y del no menos célebre Mariano Bracamonte y del maestro Centilena y del insigne Ángel Disconzi, italianos los dos últimos.
Sus maestros de piano fueron Francisco Gutiérrez, el inolvidable Herculano Alvarado y los maestros italianos Reinaldo Brugnoli y el mismo Disconzi. En 1898 Belarmino Manuel Molina fue designado primer alumno categoría que sostuvo junto con la dirección de la orquesta del conservatorio hasta concluir sus estudio en marzo de 1901.
Desde entonces inició sus actividades artísticas como primer violín en todas las orquestas de ópera y de concierto en Guatemala, hasta que contratado como violinista por el empresario de opera Mario Lambardi, emprendió giras en esa famosa compañía, de 1906 a 1908 por Centro América y Panamá y de 1910 a 1912 por América del Sur, Puerto Rico, República Dominicana, Jamaica, Cuba y Norte América. Regresó a Guatemala en 1913 fue a México en busca de nuevos horizontes. En ese hermano país donde de verdaderamente se fomenta el arte musical, permaneció el maestro Molina por más de dieciséis años actuando como director de banda y de la orquesta SELENE, así como de violín concertino en la orquesta Mandujano. En 1929 retornó por segunda y última vez a su patria.
Es fecunda la producción del maestro, en los diversos géneros de la música, pero recordaremos tan sólo unas cuantas de sus obras musicales en el genero clásico CAPRICHO FANTASIA, de exquisito gusto, quizá la mejor que haya compuesto y que más de una vez la escuchamos con deleite ejecutada al piano por su autor. REMANZA SIN PALABRAS, EN EL DESIERTO DE LOS LEONES. En el género de la música de banda se destaca MARCHA AZUL Y BLANCO. En el género del violín DON FANTASÍA, LUNA DE MIEL Y UN PRELUDIO. Para el canto LA HABANENA, CANCIÓN DEL HUERFANITO y muchos más.
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El 23 de enero de 1950 cerca de media noche en medio de consternación de familiares y amigos íntimos y después e santificar su espíritu con los últimos sacramentos dejó de existir en San Juan Sacatepéquez el maestro ilustrísimo Belarmino Manuel Molina, uno de los valores guatemaltecos más auténticos en el campo de la música. Su característica fundamental como buen sanjuanero es que VIVIO Y MURIO POBRE como ocurre casi siempre con todos aquellos seres que se entregan de corazón al arte por amor a su pueblo natal. Dios lo tenga en su gloria y que siga cantando a su divina majestad en su gloria. Hombres como don Belarmino Manuel Molina necesitamos ahora en nuestro pueblo de San Juan Sacatepéquez.